jueves, 26 de marzo de 2009

A veces

A veces la vida es insegura, incierta e impredecible. Un día nos levantamos contentos, con ganas de conseguirlo todo, pero cuando aun no han llegado las seis de la tarde ya nos hemos olvidado de nuestro propósitos e ilusiones y volvemos a hundirnos en el pozo sin fondo de lodo. La vida, irregularmente creada, debe ser convertida en algo continuo. No podemos estar un día de una manera y otro día de otra. Es necesario para nosotros mismo y para todo el que nos rodea tener una mínima estabilidad emocional. Es necesario para nuestra salud mental. Cuando todo está tranquilo y en calma somos mucho más felices. Conseguir la estabilidad es una tarea defícil, pero no imposible. Para conseguirla tan sólo tenemos que dejar de exisgirnos tanto, ser nosotros, levantarme yo y acostarme yo. Conformarnos con lo mucho o lo poco que tengamos, y no esperar nada, simplemente hacer las cosas lo mejor posible.